ALMU

Guerrera
que mata con besos,
armas de tu alma esas manos largas.
Hada peligrosa
con risas metálicas
y abrazos de masa dulce.
Voz ronca de colores,
brisas suaves tus palabras.
Mirada que penetra,
hiere
y se escapa.
Batallera frágil,
que lucha con rifles de nata
y espadas de cartón.
En tu carcasa,
flechas de sabor a almendra
que a nadie tiras,
que guardas como tesoros
para sacar encontra de la tristeza.
Calzas zapatos de aire
y llevas alas de mármol
que te quitas al acostarte.
Tus dientes alegres,
mordiscos que se te clavan en el espíritu.
Hubiera querido conocerte más
bruja ligera,
matadora de la mala suerte,
chamana metropolitana.
Hubiera querido ser raptada
por tus tentáculos fluorescentes,
esconderme en tus historias.
Te vas,
te pondrás tus botas de marfil,
cubrirás tus pies libres con nuevos aromas
y entretejerás ropajes con sonrisas desconocidas
enhebrando perlas de amores lejanos.
Volarás alto,
duende acorazado de cascabeles;
volarás entre las nubes del deseo y de la alegría,
seguirás tu ruta,
y yo, la mía,
pero nuestros caminos,
te lo aseguro,
pronto volverán a cruzarse.